Se acerca la dulce y calórica Navidad. Las mesas rebosan de canapés, mariscos, guarniciones con salsas, turrones, chocolates, mantequillas. Lucecitas de colores y chispitas parpadean sobre el mantel, nos llaman y susurran… “no pasa nadaaa, ya te pondrás a dieta después, total no es para tantoo, disssfruutaa anda, no seas aguafiestassssss”.
¡Ay aguafiestas, aguafiestas!
Bienaventurados los comilones navideños, tan generosos vosotros que cedéis el protagonismo, en estos días especiales, a la COMIDA. Y es que en esto de la Navidad no hay punto medio, el cuento va de complejo de Scrooge o de familias Brady. Los primeros sufren por soledad y acritud, los segundos por coger kilitos en cada reunión familiar.
Estos días nos enfrentamos a comidas copiosas que provocarán sí o sí, ganancia de peso y sobreesfuerzo del aparato digestivo. Estos desequilibrios nutricionales se traducen en alteraciones a nivel estructural, emocional-mental y energético.
Para intentar mantener la armonía vamos a facilitar una serie de truquitos sencillos. Que sea fácil llevarlos a cabo, dependerá de tu voluntad y ganas de mantenerte en equilibrio.
- Es muy importante que no te saltes ninguna comida. Aunque te hayas excedido, no te saltes ninguna toma para no engañar al cuerpo obligándolo a acumular lo que no es necesario que acumule, que no estamos en posguerra y no le va a faltar el alimento. Si te has excedido en algún momento, no te autocastigues, la parte emocional influye en el bloqueo creado a la hora de eliminar esos ‘gramos’ que nos agobian. Afróntalo con buen humor y amor propio. Haz el resto de comidas más ligeras, ponte guap@ y sal a caminar o aprovecha para visitar la piscina de San Juan y nadas un ratito. Piensa que estos días no habrá casi personas y vas a disfrutar de una buena terapia acuática. Si te excedes un poquito, no te abandones a la causa; ponte firme y compensa.
- Encárgate de ayudar en la cocina y elabora tú guarniciones a base de verduras ricas en fibra. Aprovecha y haz una tanda de canapés con el pan de cereales Therascience o los crackers Proteifine; haz combinaciones adecuadas para tu dieta, como: jamón serrano-rúcula; queso fresco sin sal-pavo; champiñones-huevo cocido; atún al natural-espinacas. Del mismo modo hay muchísimos postres, crepes y natillas que te pueden sacar del apuro; de ese modo no te sentirás marginado en el momento de los dulces.
- Sírvete los alimentos en platillo de postre. Junto a la copa de vino ponte una infusión de té verde. Al terminar las comidas hazte una infusión de canela. Es una especia con capacidad de termogénesis; esto quiere decir que hace que aumente la tasa a la que el cuerpo quema calorías.
- Antes de comer y/o cenar toma una galletita proteifine, una que te guste mucho, que sea tu capricho y súmale dos vasos de agua. Ayudará a nivelar las ganas de sentarte a la mesa.
- Justo antes de las comidas de mediodía exprime un pomelo rosa y te lo bebes al momento.
- No olvides el agua tibia con limón exprimido en ayunas, te ayudará a eliminar toxinas del día anterior.
- Camina cada día, caprichos caerán seguro, así pues, compensa.
- Dibuja 10 vasos de agua en un papel cada mañana; cada vez que tomes uno lo coloreas; exígete llegar a la cama para dormir con los 10 vasos coloreados.
Y como terapia de choque, para no olvidar el sendero recorrido.
- Usa ropa ajustada para estar por casa. Si has estado a dieta meses antes de las fiestas, habrás perdido peso y eso se refleja sobre todo en la cara; si te pones ropa ancha te veras en los espejos solamente la cara finita y delgadita, te emocionarás y te excederás. En cambio, si vas con ropa que marque silueta, te vas a ir corrigiendo mentalmente en cada deseo de antojo que aparezca.
- Hazte una pulserita con una cinta métrica, de ese modo irás teniendo presente el esfuerzo hecho… pico pala, pico pala.